En defensa de Reforma
Los insultos, descalificaciones y mentiras que el presidente López Obrador lanza de manera sistemática contra el periódico Reforma no son solo un atentado inadmisible contra la libertad de expresión. Representan algo aún más bajo: un agravio a la memoria de grandes periodistas ya desaparecidos que escribieron y trabajaron en Reforma y que no tienen manera de defenderse.
¿Qué opinaría Miguel Ángel Granados Chapa de la invectiva presidencial? ¿Qué sentiría él, que dedicó quizá cientos de columnas en su “Plaza pública” a defender la causa de López Obrador como una alternativa mejor para México?
Quienes deberían salir a la defensa de Reforma son los intelectuales cercanos al régimen que alguna vez colaboraron en sus páginas. Sería el mejor desmentido al abuso que se perpetra desde el poder contra un diario que, ellos lo saben muy bien, ha sido siempre y sigue siendo independiente. Pero esperar esa defensa es esperar demasiado. La historia no olvidará su silencio.