Es inútil esperar que el cambio venga desde dentro del régimen. Es inadmisible esperar que venga desde afuera. Y no creo que la mayoría del pueblo mexicano despierte pronto del engaño en que el régimen lo ha envuelto.
Vivimos el tercer golpe de Estado a la democracia y la libertad. Que el régimen lo sepa: los mexicanos no esperarán ochenta años para recobrarlas. En la larga cuenta de la historia, golpeado entonces y ahora por la autoridad, fiel a la verdad, Ernesto Zedillo tendrá la razón final.