Con títulos como Balún Canán o Ciudad Real, Castellanos logró retratar a las comunidades indígenas sin idealizaciones ni exotismos. Su logro fue evitar una mirada simplista y maniquea.
Al menos tres generaciones en Occidente (las nacidas después de la Segunda Guerra Mundial) creyeron que el fin de la Guerra Fría derivaría en el triunfo pleno y definitivo de la libertad y la democracia.
La escena ocurre en Tuscaloosa, Alabama, a mediados de 2011. La cámara recoge la vida de la familia Amaro: Ismael y Judith, que inmigraron hacia el año 2000, y sus tres pequeñas hijas, nacidas en Estados Unidos.
Ocurrió con el ascenso de Hitler. ¿Cómo es posible —se dijo— que Alemania, la tierra de Goethe y Schiller, de Bach y Beethoven, de Kant y Hegel, haya descendido a la barbarie? Parecía impensable, imposible.
Desde que apareció en escena, Trump ha estado hasta en la sopa de los ciudadanos de Estados Unidos. Conforme su inverosímil candidatura fue tomando vuelo, comenzó a estar presente en las sopas de todo el mundo.
Estados Unidos ha sido un vecino difícil, a veces violento, casi siempre arrogante, casi nunca respetuoso y pocas veces cooperativo. México, en cambio, ha sido el vecino ideal.