La idea de ampliar los cauces de participación ciudadana a través de una consulta popular sobre la Reforma Energética suena muy bien. Lástima que sea falsa.
La discordia teológica a la que alude Ocampo desgarró el primer medio siglo de nuestra vida independiente. Su motivo principal fue la tolerancia de cultos.
Algunas voces defienden el acto de fuerza perpetrado contra el Congreso por los propios legisladores del FAP y las "brigadas" y "comandos" obradoristas como una medida para impedir el "albazo" de la reforma de la industria petrolera y propiciar la más amplia discusión nacional sobre este importantísimo tema.
Sufrimos una petrolización mediática. Cientos, quizá miles de declaraciones, artículos y discursos han caído sobre nosotros, volviendo confuso y casi indescifrable un tema de por sí complejo.
Los conservadores del siglo XIX, discípulos de Lucas Alamán, eran partidarios del proteccionismo industrial y el intervencionismo del Estado, detestaban a los Estados Unidos, se oponían a la inversión extranjera y la inmigración.
La izquierda mexicana no se decide entre ser democrática o revolucionaria. Pero ha llegado la hora de la verdad. En los próximos 24 días -del día de hoy hasta el 18 de marzo- cifrará su destino.
Muchos criticaron la frase "AMLO es un peligro para México". Se dijo que era el emblema de la "guerra sucia" y que provenía "directamente de Joseph Goebbels", autor del famoso dictum: "Una mentira repetida cien mil veces se vuelve verdad".