Nunca pagaré mi deuda con Guillermo Tovar de Teresa. En los estantes de mi biblioteca hay unos cuantos retratos de mis héroes políticos (Madero y el primer Vasconcelos) e intelectuales (Cosío Villegas, José Fernando Ramírez, Luis González y González).
La aparición de una nueva biografía de Simón Bolívar escrita en inglés por la autora peruana Marie Arana, Bolívar: American Liberator, me llevó a realizar una tarea largamente pospuesta: leer diversas biografías del libertador y sumergirme en los dos gruesos volúmenes que atesoro y que reúnen sus casi tres mil cartas.
La Cámara de Diputados ha otorgado la Medalla Eduardo Neri a Jacobo Zabludovsky. Pocos saben que Neri fue el valeroso diputado guerrerense que levantó su voz de protesta tras los asesinatos de Serapio Rendón y Belisario Domínguez.
"Vengan a conocer a mi amigo José María Pérez Gay, está de visita de Alemania, allá vivió el 68", nos dijo Héctor Aguilar Camín (mi compañero de doctorado de historia en El Colegio de México), en algún momento de 1969.
En las Obras completas de Simón Bolívar, perdido entre 2,923 cartas y discursos, hay un documento tan extraño que algunos historiadores han dudado de su paternidad.
¿Cuándo y por qué se deterioró en México la imagen del maestro? No lo sé, pero es urgente repararla. Todos tuvimos maestros que nos marcaron para bien.