“La guerra -escribió el célebre historiador árabe Ibn Jaldún- es un hecho natural: no ha cesado jamás desde que Dios creó a los hombres, no hay raza ni pueblo a salvo de ella".
Hace medio siglo, en los momentos más oscuros e inciertos de la segunda guerra mundial, Marc Bloc notó que entre las épocas históricas deberían establecerse lazos de mutua inteligibilidad.
Es casi la medianoche del 26 de noviembre. Frente a la plaza de Wenceslao, al pie del Museo Nacional que con iluminación parece una obra de orfebrería, una brigada de estudiantes detiene nuestro auto.
Hace algunos años, Jean Meyer me relató una memorable conversación con Fidel Velázquez. El viejo líder había leído La Cristiada y quería sondear en Meyer a un posible biógrafo o a un cronista de la CTM.
No hace mucho tiempo, la prensa de México anunció la existencia de un programa del gobierno norteamericano para promover la democracia en el continente.