México vive una gravísima regresión histórica. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha minado varias instituciones útiles del siglo XXI y del XX. Ha amenazado también a las que nos legaron los liberales del siglo XIX: la autonomía de la Suprema Corte de Justicia, el juicio de amparo, las garantías individuales y la libertad de expresión.
La próxima elección presidencial en México es decisiva: implicará la prolongación de un gobierno autoritario o la posibilidad de cambiar la narrativa que ha polarizado al país en los últimos años.