"¿De dónde viene la corrupción?" La pregunta de mi hijo mayor me tomó por sorpresa. Cuando tenía su edad, no se me ocurrió formular a mi padre una cuestión similar.
Aunque la Iglesia mexicana integra a toda la comunidad de fieles y cualquier generalización sobre ella es siempre aventurada, cabe afirmar que durante el siglo XIX se negó a leer el sentido de los tiempos.