La democracia invita a la tolerancia. No en la acepción de "soportar" la existencia autónoma y las opiniones del otro sino de crear junto con él una atmósfera en la que prevalezca el respeto esencial que todos nos debemos.
Tres grandes retratos enmarcan las ceremonias oficiales de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. De un lado, Benito Juárez. Del otro, Lázaro Cárdenas.
“Cualquiera que estudie Coriolano –afirmó William Hazlitt en Characters of Shakespeare’s plays (1817)– puede ahorrarse la lectura de las Reflexiones de Burke, Los derechos del hombre de Paine, los debates del Parlamento inglés desde la Revolución francesa.”
Mi abuelo paterno no era sionista. Tampoco era religioso. Era un sastre judío que sentía una profunda solidaridad con su pueblo milenario pero nunca visitó Israel y apenas pisó una sinagoga.