Vivimos una vez más bajo la sombra del caudillo. Esperemos que, llegado el momento, la Corte reivindique simbólicamente a Vásquez del Mercado y ampare la libertad de expresión contra los abusos del poder.
El populismo no mata (directamente) a millones, pero destruye la vida de mil maneras. Bendecidos por la "pureza" de sus fines, los populistas no tienen remordimientos con los medios. Hacen el mal a sabiendas.