Hasta hace poco, el veredicto sobre la gestión de Luis Echeverría, quien cumple cien años el 17 de enero, parecía definitivo. Pero una sorpresiva variante de su "estilo personal de gobernar" obliga a recordar aquel sexenio.
No sé cuánto durará la nueva presidencia imperial, no sé cuándo lograremos consolidar una presidencia institucional, pero en todos los casos habrá que seguir diciendo NO al poder, en particular al poder absoluto en manos del presidente en turno.
Cualquiera que sea el resultado en las urnas, espero que los chilenos no olviden la tradición republicana que los ha formado. Espero también que recuerden la gran lección del siglo XX: las ideologías redentoras conducen a desastres inmensos.
El presidente de México quiere una universidad dogmática y militante, no una universidad plural, abierta y libre. Su proyecto tiene un precedente aleccionador.
Tras el desaguisado de los legisladores que firmaron una alianza con VOX, el partido xenófobo y fascista de España, el Partido Acción Nacional tiene una sola salida constructiva: volver a la tradición democrática que representó su principal fundador, Manuel Gómez Morin.
Han pasado 62 años y acaba de ocurrir el milagro: ahora los cubanos pueden vender sus vacas o sacrificarlas, siempre y cuando cedan al Estado la mitad de su carne. Triste historia.