Bienvenido Kolakowski
A veces pasan por México, como cometas, figuras de la cultura mundial que reconocemos porque su fama es generalizada. Pero hay ocasiones en que nos visitan personajes menos presentes en las carteleras, que sin embargo debemos sustraernos al privilegio y a la oportunidad de escucharlos. Es el caso del filósofo polaco Leszek Kolakowski. Vino a México para el Primer Encuentro Vuelta, en 1990. Hoy regresa para tomar parte en las reflexiones sobre el legado del siglo XX, en el marco del XIII Festival del Centro Histórico.
Se trata de uno de los pensadores más lúcidos, valerosos y originales del siglo XX. Nació en Polonia en 1927, y allí vivió, escribió e impartió clases en la Universidad de Varsovia, hasta su expulsión durante el movimiento estudiantil de 1968. A partir de entonces, fue profesor visitante de las universidades McGill, Yale, Berkley. Desde 1970 se refugió en Oxford, como Fellow (miembro académico) de una de sus más célebres instituciones: All Souls College.
En 1983 entrevisté a Kolakowski en All Souls, que en términos intelectuales es como la antesala del paraíso. Era un momento particularmente sombrío para Kolakowski, para su país de origen y para sus amigos: la represión contra el sindicato Solidaridad. Esa tarde conversamos sobre la "Noche del Marxismo" (recogida en mi libro Personas e Ideas, Ed. Vuelta, 1989). Acababa de publicar el último tomo de una de sus obras más aclamadas: la trilogía Corrientes principales del Marxismo (los fundadores, la edad de oro y la crisis). No es exagerado afirmar que esta obra se adelantó cuando menos un lustro al estallido histórico del Marxismo.
Sus libros abarcan un espectro amplísimo entre la religión, la filosofía, la historia de las ideas y la literatura. Ha publicado Spinoza (1958), Cristianos sin iglesia (edición española en Amorrortu), Filosofía positivista (1972), Responsabilidad de la inteligencia (Alianza Editorial), Husserl y la búsqueda de la certidumbre (1977), la mencionada trilogía sobre el Marxismo, en 1978. La Editorial Vuelta publicó en 1990 su obra La Modernidad siempre a prueba, en una espléndida traducción de Juan Almela. Kolakowski ha escrito varios libros de cuentos -plenos de malicia e ironía, algunos para niños- así como obras sobre filosofía de la religión, donde sostiente que si bien el choque entre la Ilustración y la religión es real y profundo (y él se coloca del lado de la religión) se trata, en el fondo, de un conflicto de prioridades o jerarquías de valores más que una lucha entre la razón y el error. "La presión que su pensamiento ha ejercido sobre el liberalismo -escribe León Wieseltier- es, en sí misma, una de las glorias del orden liberal".
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