"Con el poder pueden hacerse dos cosas: mucho daño y poco bien", decía en sus últimos años Octavio Paz, quien por largas décadas creyó en el Estado como protagonista esencial (y esencialmente positivo) de la vida de los pueblos.
Cuando un estadounidense lanza a un mexicano el cargo de racista, la refutación cabe en una pregunta: ¿Han tenido ustedes, en sus 229 años de historia independiente, algún presidente 'Americano Nativo' o 'Afroamericano'? Claro que no.
El PAN no necesita sólo un demócrata en la contienda: necesita también un gran político. ¿Lo encontrará? Inventarlo es su nueva brega, de aquí a la eternidad.
Ahora que el Poder Judicial y, en particular, la Suprema Corte de Justicia, vuelven a ocupar el lugar que alguna vez tuvieron en nuestra vida, importa recordar uno de sus episodios más significativos en el siglo XX.