01 abril 2001
Los caminos de la democracia son en verdad inescrutables. Cuando se creía que el acto culminante de la peregrinación zapatista sería el arribo multitudinario al Zócalo, la fuerza de la modernidad democrática los llevó más lejos y más cerca, no a la fiesta de cohetería, mucho menos al reinicio de la fiesta de las balas, sino a una tribuna republicana.