Si el agravio que siente la mayoría de los mexicanos lleva al poder a la oposición en cualquiera de sus corrientes, la prioridad nacional debe ser cuidar la democracia.
El 25 de diciembre los lectores del New York Times despertaron con un reportaje de primera plana sobre México: "Con su enorme presupuesto de publicidad, el gobierno mexicano controla los medios de comunicación".
Tras cuarenta años de domesticar la influencia bolchevique, en 1959 la Revolución mexicana se enfrentó con un hecho nuevo e inesperado: el triunfo del bolchevismo en América Latina.
En la tradición de las Meditaciones de Marco Aurelio, Christopher Domínguez Michael (quiero empeñarme en mencionar su segundo apellido) ha dado inicio a su conferencia magistral en El Colegio Nacional rindiendo homenaje de gratitud a sus maestros.
Como hombre de letras que ha querido servir a la cultura de México, me siento profundamente honrado por recibir el doctorado honoris causa de la Universidad de Guadalajara.
Veo con simpatía al Frente Ciudadano por México por razones generales y personales. A las primeras llegué recordando una conversación de 1987 con Antonio Ortiz Mena, quien sostenía la necesidad de transitar a un régimen parlamentario.