La libertad de expresión arraigó tardíamente en el orbe hispano. Nuestra tradición era otra, no una plaza pública sino una fortaleza cerrada a la disidencia y a la crítica.
Pocos términos más equívocos que el de "populismo". Hace unas semanas acudí a un Seminario en la Universidad de Princeton dedicado a dilucidar su historia y su naturaleza.
¿Se ha preguntado usted por qué en México (con algunas excepciones, como la saga de Héctor Belascoarán Shayne de Paco Ignacio Taibo II) tenemos pocas novelas policíacas?
Si se busca el poder, hay que quererlo de verdad. Esa voluntad casi obsesiva, obviamente, no es condición suficiente pero sí necesaria para alcanzarlo.