Ahora que, para regocijo de algunos intelectuales filotiránicos y de varios dirigentes totalitarios del PRD, Hugo Chávez ha suprimido el canal de televisión RCTV, es momento de valorar la libertad de expresión en México.
La televisión no tiene la facultad de gobernar, legislar, juzgar, mandar batallones. Pero tiene un poder acaso más preciado: la atención de millones de personas.
Pete Hamill, admirable escritor y periodista estadounidense -neoyorquino, mejor dicho-, tiene devoción por México. Estudió aquí a mediados de los años cincuenta y desde entonces se volvió mexicano por adopción.
José Vidal-Beneyto escribe que para "encauzar al México bronco al que se refería don Jesús Reyes Heroles (...) es fundamental incorporar a la izquierda política del país, institucionalizarla, en lugar de seguir cerrándole todos los accesos pacíficos al poder".