Para enfrentar su indecible dolor, Javier Sicilia ha acudido a la fuente primera y última de su ser -su fe religiosa-, y desde allí lanza un llamado estremecedor a "todos los grupos" de este país (incluidas "las mafias del crimen organizado") para llegar a un pacto que nos permita detener la violencia y "recuperar el amor".
Como un símbolo de los inagotables recursos morales de México, la mejor biblioteca literaria del siglo XX se abre al público en un edificio que fue el emblema de la violencia artera y sediciosa.
En 2010, nuestra literatura lamentó la partida de muchos escritores. Unos, como Alí Chumacero o Antonio Alatorre, vivieron existencias largas y fructíferas.
El Premio Nobel otorgado a Mario Vargas Llosa es un acto de justicia con la literatura y con la libertad, palabras inseparables como sabía muy bien ese remoto maestro de Vargas Llosa que fue Isaiah Berlin.