El filósofo Karl Jaspers acuñó el concepto de "tiempo axial". En México, el historiador Luis González y González aplicó el término a la Reforma (1858-1860) que benefició a la sociedad separando a la Iglesia del Estado.
Muchos años después, frente a la redacción de sus memorias, Gabriel García Márquez había de recordar la tarde remota en que su abuelo le puso en el regazo un diccionario y le dijo: “Este libro no sólo lo sabe todo, sino que es el único que nunca se equivoca.” “¿Cuántas palabras tiene?”, le preguntó el niño. “Todas.”
Hasta el más distraído visitante del centro histórico de Bogotá puede advertir, en las zonas aledañas a la catedral y a los nobles edificios neoclásicos, la profusión de dos tipos de expendios.
Según la teoría de las generaciones, los ciclos históricos suelen durar sesenta años. Así, en el orden político nacido de la Revolución Mexicana se dieron cuatro elencos sucesivos.
Pasan los años y de pronto uno adquiere conciencia de los milagros que le ocurrieron. En mi caso, uno de ellos fue tratar con cierta familiaridad al filósofo Leszek Kolakowski.
El PAN cumplirá 70 años en septiembre. Para entender sus graves predicamentos actuales vale la pena mirarlos con la perspectiva histórica de la "Teoría de las generaciones", formulada por Ortega y Gasset en su libro El tema de nuestro tiempo (1923).
Hace unos días se presentó en la Casa del Poeta el libro Luz espejeante: Octavio Paz ante la crítica. Publicado por Editorial Era y compilado por Enrico Mario Santí es una aportación notable al estudio de la vida y obra de Paz.