30 enero 1994
Husmeando alguna vez en el desordenado archivo de Cosío Villegas, encontré un apunte suyo, apresurado y a lápiz, en el que copió una frase de Renan: "el deber de Casandra es el más triste que pueda recaer sobre los amigos de la verdad: los espíritus estrechos acusan a los clarividentes de desear las desgracias que prevén y anuncian".