Los reportajes sobre Iraq que Mario Vargas Llosa publicó la semana pasada en El País y Reforma son un ejemplo de oficio literario y periodístico y una lección de ética intelectual.
El sociólogo Daniel Bell -uno de los últimos grandes intelectuales del siglo XX- sostiene que la pauta de transformación global la impondrán las fuerzas reales de la economía y los incesantes procesos de innovación tecnológica y científica.
No es preciso ser un pacifista a ultranza para oponerse razonablemente a esta guerra, al menos en los tiempos, la forma y los tonos en que Bush la ha planteado.
Concentrado en sus enemigos, el gobierno de Bush se ha olvidado de sus amigos. Sólo una región del mundo pasó inadvertida en el reciente discurso de Bush: Latinoamerica.